MONOGRAFÍA
BANCO DE LA NACION ARGENTINA
GUADALUPE GARRIDO
CAMILA BENEITEZ
NAZARENA GAGGIA
LUCILA GRANDE

CAMILA BENEITEZ
NAZARENA GAGGIA
LUCILA GRANDE

5º B
Índice
o
Introducción.
Pag 2
o
Historia
del edificio del Banco de la Nacion de la Republica Argentina. Pag 4
o
Reseña
histórica al momento de la creación del Banco de la Nación de la República
Argentina. Pag 5
o
Historia
del Banco de la Nación Argentina. Pag 8
o
Historia
de la moneda. Pág. 9
o
Cambios
de la Moneda. Pág. 9
o
Conclusión.
Pág. 15
Historia del Banco
Nación y moneda Argentina
Introducción
El dia 18 de agosto realizamos con mis
compañeros de 5to A del Instituto La Providencia una visita guiada al BANCO
NACION DE LA REPUBLICA ARGENTINA, donde recorrimos las instalaciones y
conocimos la historia del mismo. Nos contaron la historia de pinturas, de los
pasillos, del arquitecto Bustillo. También conocimos la historia del edificio
desde su principio hasta la actualidad.
La casa
central del Banco de la Nación Argentina es uno de los edificios más
representativos que rodean la Plaza de Mayo, sitio fundacional de Buenos Aires
y sede de grandes acontecimientos de la historia del país. Diseñada por el
prestigioso arquitecto Alejandro Bustillo con una combinación de estilos
clásicos en clave monumentalista, la casa central ocupa una manzana entera y
fue inaugurada en 1944.
La manzana
ocupada por el edificio central del Banco Nación es una de las más antiguas de
Buenos Aires, ya que en la fundación de la ciudad de la Santisima Trinidad en
el puerto de Santa Maria de los Buenos Aires el 11 de junio en 1580, Juan de
Garay reservó la mitad para sí mismo y la otra para su hijo homónimo. En 1585
se construyó la primera capilla que tuvo Buenos Aires, antes de que en 1593 se
asignara para la Catedral su esquina actual en San Martín y Rivadavia. Luego de
esto, y quizás como consecuencia del camposanto que tuvo esta primera capilla,
la manzana del actual Banco Nación fue conocida durante siglos como el Hueco de
las Ánimas, ya que era un gran terreno sin construir, aunque la Aduana funcionó
allí fugazmente en 1603, y más tarde fue Seminario y luego Consulado.
Mientras la
esquina de Rivadavia y 25 de Mayo continuaba siendo el Hueco de las Ánimas,
sobre la esquina de Reconquista el Cabildo comenzó a construir en 1804 el
Coliseo Estable de Comedias, cuya obra fue suspendida por las Invasiones
Inglesas de 1806 y 1807, y luego de la muerte de su constructor Tomás Toribio
quedó abandonada desde 1810 hasta 1832, cuando un incendio destruyó el edificio
inconcluso. Recién en 1855, comenzó en la esquina de Reconquista y Rivadavia la
construcción del primer Teatro Colón, uno de los primeros edificios
monumentales en Buenos Aires, diseñado por el ingeniero Carlos Pellegrini e inaugurado en 1857. Esta sala de
espectáculos donde se interpretaba ópera subsistió hasta el año 1888, en que el
Estado Nacional impulsó una ley para construir un nuevo Teatro Colón, y
adquirió el viejo edificio de Plaza de Mayo para destinarlo al recién fundado
Banco Nacional. Instalado en lo que era la sala del ex-teatro, el banco operó
en una época de euforia en la especulación financiera, que condujo
inevitablemente a una profunda crisis conocida como el Pánico de 1890, luego de
la cual entró en quiebra y debió ser refundado en 1891, con el nombre de Banco
de la Nación Argentina.
También nos
contaron como fue la creación de la moneda argentina y sus cambios a lo largo
de la historia.
El Peso
Moneda Nacional (Símbolo: m$n) fue la moneda vigente en la Argentina en el
período 1881-1969. Fue creada mediante la Ley 1.130, sancionada el 5 de
noviembre de 1881 con el objetivo de unificar el sistema monetario en el país,
que hasta ese entonces, era bastante caótico, ya que habían varios tipos de
moneda (pesos moneda corriente, pesos fuerte y además circulaban libremente
monedas extranjeras. Esta ley determinó que la unidad monetaria de la Argentina
fuese el peso de oro y plata y que los bancos de emisión debían renovar toda su
emisión de billetes a moneda nacional.
Los años
entre 1881 y 1884, se caracterizan por emisiones estipuladas por el Banco
Nacional, sobre una serie de billetes en pesos monedas nacional oro.
El 3 de
Noviembre de 1887, el Congreso sanciona la ley de Bancos Nacionales Garantidos,
que establecía que cualquier banco estaba autorizado a emitir billetes con la
condición de realizar un depósito en oro en el tesoro nacional, por el cual
recibiera una determinada cantidad de bonos públicos.
El 7 de
Octubre de 1890, el Doctor Carlos Pellegrini, Presidente de la República
Argentina, crea la Caja de Conversión, que nuclea la impresión, habilitando y
emitiendo todo el papel moneda nacional. Los primeros billetes son emitidos con
fecha 5 de septiembre de 1890.
En 1891 se
liquidó el Banco Nacional y se fundó el Banco de la Nación Argentina
Historia del edificio del Banco de la
Nación Argentina.
El primitivo
Teatro Colón funcionó por más de 30 años en la calle Reconquista y Rivadavia,
donde se levantaría más tarde el Banco de la Nación Argentina.
Cuando Garay
fundó la ciudad, ese solar estaba destinado a su vivienda particular, pero
distintas circunstancias hicieron que ello no fuera llevado a cabo. El lugar se
sumió en gran abandono, por lo que le valió durante muchísimos años, el mote de
“Hueco de las Animas”.
Solo a fines
de 1804 el cabildo fue autorizado por el virrey Sobremonte, a comprar un
terreno para la erección del definitivo Coliseo. Comprado el terreno de
Reconquiste y Rivadavia, se comenzó a fines de 1805 a construir el Gran Coliseo
o Nuevo Coliseo, bajo la dirección del arquitecto Thomás Toribio y del
constructor Francisco Cañete. Lamentablemente las invasiones y los sucesos
revolucionarios hicieron que se suspendiera la obra.
En 1822,
Rivadavia retomó la construcción para que allí funcionara la Escuela de
Declamacion y Canto, pero esta iniciativa tampoco pudo ser concretada.
Lo que había
quedado constituido, fue parcialmente destruido por un incendio producido en
una carpintería aledaña en 1832.
Tres años
mas tarde Juan Manuel de Rosas saca el terreno a remate pero no logra interesar
a ningún empresario o constructor.
La
estructura fue techada en 1851 cuando se festejó el cumpleaños de Manuelita
Rosas con un baile de honor. Fue utilizado también como salón de baile, en la recepción que se le ofreció a Urquiza
después de Caseros.
Corría el
año 1855 cuando se formó una sociedad integrada por figuras destacadas para la
construcción definitiva del teatro. Formaban parte de ella el ingeniero Carlos
E. Pellegrini, los hermanos Ascasubi, y los Varelas, entre otros.
Esta
sociedad se comprometio con el gobierno a la construcción de un teatro mediante
el pago de trece onzas de oro mensuales en concepto de arrendamiento del
terreno y a entregar el edificio al Estado veinticinco años después.
De esta
manera fue posible que el 25 de abril de 1857 se inagurara el Teatro Colón, que
debio su nombre al descubridor de nuestro continente. El teatro abrió sus
puertas con la puesta en escena de la ópera “La traviata”, que conto con la
participación de los renombrados Enrique Tamberlinck y Vera Lorini.
Los planos
del edificio pertenecieron a Carlos Pellegrini. Cuando se comenzó la
construcción, en 1855, debieron demolerse los restos del frustrado coliseo, del
que solo se respetaron las dos paredes exteriores, que se redujeron en su
espesor.
Taullard en
su libro: Historias de nuestros viejos teatros nos describe la sala, de la
siguiente manera: “Tenia quince metros de ancho en su frente minimo y mas de
dos metros a tres el corredor que la circundaba. Habia ocho palcos divididos en
tres hileras, que tenían cada uno su comodo antepalco, rodeado todo de una
comoda galería de “pasos perdidos” lo que significaba una gran comodidad,
comparado con la estrechez y mezquindad del viejo coliseo y aún del teatro
Victoria” .
Poseía
también, sobre los bajos, la hilera de palcos altos y sobre ella la cazuela
para uso exclusivo del sexo femenino y a la que accedía por la calle Rivadavia.
Sobre la cazuela se instalaba el paraíso, reservado a los hombres y al que
llegaba a través de la calle Reconquista.
La entrada
principal del teatro la constituían cuatro grande puertas por el lado de
Reconquista. El techo era de hierro y había sido construido íntegramente en
Dublin, Irlanda.
La
decoración fue ejecutada por J. Georgi, venido especialmente desde París y los
pintores Cheronetti y Verazi.
En su
interior cuenta con un salón operativo octogonal, con 30 metros de altura y una
cúpula vidriada con 50 metros de
diámetro y 36 de alto. Se destacan sus 10 enormes puertas de entrada,
corredizas y de bronce, cuyo peso varía de 10 a 16 toneladas cada una,
accionadas eléctricamente mediante una central combinada con relojes y el gran
salón central del edificio.
Es una
gigantesca caja blindada de 50 metros de lado por 4 metros de alto, a prueba de
bombas e inundable completamente en caso de incendio. Tiene unas 11290 cajas de
seguridad.
A fines de
1887, durante la intendencia de Torcuato de Alvear, el teatro fue expropiado
por el gobierno de la nación para destinarlo a Banco Nacional, pagándosele a la
Municipalidad cerca de un millón de pesos, suma que iba a ser destinada a la
edificación del segundo Teatro Colón. A pesar de ello el primitivo, siguió
funcionando hasta el 13 de septiembre de 1888.
En 1937 el arquitecto Alejandro Bustillo
construye sobre las bases del antiguo Teatro Colón el actual edificio, del
Banco de la Nación Argentina. La obra que estaba prevista realizarse en cinco
años, concluyo luego de dieciocho años, en 1955; recién en 1943 se habrían
inaugurado las dos terceras partes.
Alejandro
Bustillo reconocido arquitecto, nacido en 1889 en la Ciudad de Buenos Aires. En
1912, ganó el Primer Premio del Salón
Nacional de Pintura del Museo de Bellas Artes, con su autorretrato. Construyó
el edificio del Banco Tornquist, el
Edificio Chase-Volta, en Diagonal Norte; el edificio Otis, en Figueroa
Alcorta al 3400; el Banco de la Nación Argentina, en Plaza de Mayo; el complejo
del Hotel y Casino Provincial, en Mar del Plata, como también la ornamentación
de la Playa Bristol; el Hotel Llao-Llao, en Bariloche y muchas viviendas
particulares de personalidades de la época, pero también barrios obreros como
el del personal civil de Fuerza Aérea, en la provincia de Córdoba. Su grupo de
ayuda estaba constituido por tres dibujantes Julio Nanton, su hermano Roberto
Nanton y un ingeniero de origen alemán Arturo Garcia y su hermano contador
Miguel Garcia.
Reseña histórica al momento de la
creación del Banco de la Nación de la República Argentina
Quienes
enfrentaron la grave situación fueron los hombres que habían sido desplazados
del poder político del unicato: Carlos Pellegrini, Julio A. Roca y Nicolas
Levalle. La rebelión popular y armada había transcendido el tremendo episodio
belico y se presentaba en las filas del oficialismo como una realidad viviente.
El parlamento era azorado testigo de los dichos del senador y cordobes Manuel
Pizarro.
El ambiente
proseguia agitado y los atentados contra las fuerzas policiales arreciaban
todas las noches. Se anunciaban nuevos levantamientos. En una reunión realizada
en la casa de gobierno el
3 de agosto,
convocada por Juarez Celman para saber si contaba o no con el congreso, se
escucho la opinión de Roca, Pellegrini, Levalle y Saenz Peña, que coincidían
con la necesidad de la renuncia del presidente.
La situación
económica ahogaba todo intento político: el 15 de agosto debía pagarse medio
millón de libras por deuda externa y garantía de ferrocarriles y se disponía de
solo treinta y cinto mil pesos. Juarez Celman se aferraba al poder; pidió la
colaboración de Bernardo de Irigoyen, Eduardo Costa, Jose Maria Gutierrez y
Dardo Rocha, pero ninguno de ellos se acerco al presidente. Varias comisiones
parlamentarias entrevistaron a Juarez Celman para hacerle saber que su renuncia
era el único camino constitucional para salvar al país. El presidente quería
irse con todos: pedia la renuncia de Pellegrini y Roca, sus sucesores legales.
Pero el 6 de
agosto de 1890 Miguel Juarez Celman firmo su renuncia, vencido por la política
del vacio de mi propio partido… La asamblea legislativa presidida por Roca se
reunio esa misma tarde, aceptando la esperada dimisión presidencial por setenta
y un votos contra veintidós. Una desbordante alegría invadio las calles de
Buenos Aires y Juarez Celman, se retiraba definitivamente de la política,
falleciendo en la medianoche del 14 de abril de 1904. El gobierno caído, pero
el régimen seguía en pie.
Carlos
Pellegrini, como vicepresidente, asumió el 7 de agosto de 1890, bajo la
supervisión política del Partido Autonomista Nacional, cuya jefatura ocupo
nuevamente Roca. Logrado el empréstito interno bajo suscripción de hombres del
comercio y la banca bonarense, se fundo el Banco de la Nacion Argentina, con
capitales mixtos por la suma de cincuenta millones de pesos; mas tarde se suma
la caja de conversión a las medidas de orden económico tendientes a enjugar el
déficit nacional. Se creo por ley el impuesto interno. Viajo hacia Londres
Victorino de la Plaza con el fin de negociar nuevas condiciones sobre la deuda
externa.
Historia del Banco de la Nación
Argentina
De capital enteramente estatal, en pocos años abarcó en su
giro a toda la geografía nacional y se convirtió en el mayor bancocomercial
argentino. Su objetivo principal es el de ejecutar la función de agente
financiero del Gobierno Federal y, como tal, recibe depósitos oficiales y
realiza pagos por cuenta y orden de la Nación.
Durante toda la centuria participó activamente en los principales acontecimientos de la vida
económica del país.
Tuvo una actitud descollante en la asistencia al sector
rural, a tal punto que contribuyó decisivamente a que la República Argentina se
convirtiera en una potencia mundial en el segmento de los agro negocios. Otra
prioridad del Banco ha sido la atención de las pequeñas y medianas empresas,
como así también a las parcelas de la población
menos favorecidas que cuentan con sus servicios, inclusive en las localidades
alejadas de los grandes centros y de escasa relevancia económica. A la par de
esos compromisos y a tono con las innovaciones que se fueron produciendo en las
últimas décadas en la operatoria bancaria, la entidad ha diversificado sus líneas
de actuación para ingresar en nuevos segmentos del mercado, especialmente en
áreas no tradicionales, cambiando su manejo hacia prácticas más asociadas con
el mismo, en armonía con las tendencias globales. Sensible a los cambios que se
fueron produciendo en las relaciones económicas entre las naciones, el Banco
proyectó su quehacer más allá de las fronteras y luego de habilitar sucursales
en los países hermanos de América Latina (Bolivia, Brasil, Chile, Panamá,
Paraguay y Uruguay) se hizo presente en los centros financieros de mayor nivel
internacional (Estados Unidos de América, Reino Unido, Francia, España y
Japón).
El Banco Nación posee
en la Argentina una imagen profundamente instalada, gracias a la existencia de
un total de 6173 sucursales en una gran cantidad de ciudades y pueblos de todo
el país. De esta forma, incluso en pueblos relativamente pequeños, la sucursal
del Nación es uno de los edificios principales que suelen situarse cerca de la
plaza central. La solidez y confiabilidad que alcanzó en la opinión pública, de
la que es testimonio la reciente
elección por una importante encuestadora como la marca del siglo en el sector a
nivel nacional, constituyen valiosos atributos que le garantizan una
participación destacada en la actividad bancaria argentina.
Historia de la moneda Argentina
El diputado
Agrelo propuso el acuñamiento de la nueva moneda en el Potosí, en oro y plata,
con iguales valores que las circulantes, pero de diferentes diseños: eliminada
la figura del rey, un lado tendría el sello de la Asamblea con la inscripción
“Provincias Unidas del Rio de la Plata” y el otro un sol con las palabras “En
unión y libertad”. La asamblea aprobó la iniciativa y la acuñación comenzó en
momentos del triunfos de Belgrano en Salta, suspendiéndose poco después, cuando
nuevamente el Potosi estaba bajo dominio realista.
Para sanear
las deficitarias finanzas, se suscribió un empréstito de quinientosmil pesos,
que permitio proseguir con el equipamiento militar y naval. Se aprobaron otras
iniciativas tendientes al fomento de la agricultura, los saladeros, la minería
y el comercio en general.
Cambios de la moneda
El país tuvo
cinco monedas, en una historia de cambios y quita de ceros.
Recién en
1881 hubo una moneda nacional. Los billetes se hicieron en el país a partir de
1951.En 200 años de historia, la Argentina tuvo muchos cambios económicos y
varias devaluaciones. Pero, curiosamente, solo cambio 5 veces de moneda de
curso legal.
El primer
signo monetario fue el Peso Moneda Nacional (m$n), creado en 1881, durante la
presidencia de Julio Argentino Roca, por la ley 1.130. El fin fue crear una
moneda común para todo el territorio y unificar el sistema monetario, hasta ese
momento bastante caótico: circulaban pesos fuertes, pesos corrientes, reales y
hasta pesos bolivianos.
Para poder
emitir el primer signo monetario común a todo el país, se creó en 1880 la Casa
de la Moneda de la Nación, que fue la encargada de importar una tecnología moderna
de origen francés que permitió emitir en 1881 los primeros billetes impresos en
el país.
Desde
entonces, todas las emisiones monetarias se hacen a través de la Casa de la
Moneda. Desde 1810 y hasta que se creó la Casa de la Moneda, existían tres casas
de moneda con un protagonismo regional destacado: en el noroeste del país, la
provincia de La Rioja fue la única que acuñó moneda de oro y de plata; en el
centro, la provincia de Córdoba labró monedas de plata, y en el litoral
ribereño, la provincia de Buenos Aires innová la circulación de monedas de
cobre.
Los Pesos
M/N tuvieron larga vida, ya que perduraron hasta 1969. Sobrevivieron a dos
guerras mundiales, la década infame y la Revolución Libertadora. Pero no por
eso no sufrieron cambios, algunos muy curiosos.
En 1897 se
sanciona la ley Nº 3.505 que autoriza a la Caja de Conversión (aún no existía
el Banco Central) a modificar los billetes y poner una imagen de la
"Efigie del Progreso" en lugar de los retratos de los presidentes y
funcionarios de los últimos gobiernos. Estos billetes estuvieron en circulación
hasta 1942, cuando el Banco Central (creado en 1935) decidió emitir sus
primeros billetes propios. Pero todavía no se trataba de billetes totalmente
hechos en el país, ya que la provisión de papel especial y las planchas de
metal grabadas con las ilustraciones alegóricas o de retratos de próceres
argentinos, continuaban elaborándose en Europa.
Recién en
1951 se hizo el primer billete íntegramente impreso en el país. Fue gracias a
la incorporación de técnicos italianos a la Casa de Moneda argentina que fueron
los que formaron una escuela de grabadores que permitieron confeccionar los
diseños del papel moneda sin depender del auxilio extranjero.
El 1 de
enero de 1970 hubo un cambio drástico en el país: aparecio el Peso Ley 18.188
($ ley). Este nuevo signo monetario vino a reemplazar al peso moneda nacional,
y el cambio golpe duramente los bolsillos de los argentinos: 1 pesos ley
equivalía a 100 Pesos Moneda Nacional.
El Peso Ley
subsistió hasta 1.983. La inflación lo fue devorando. Llegó a emitirse un
billete de 1.000.000 de pesos ley. En ese momento se decidió cambiar nuevamente
la moneda, y se creó el Peso Argentino.
El Peso
Argentino se creó mediante el Decreto 22.707, durante la presidencia de facto
de Reynaldo Bignone. Otro duro golpe para el bolsillo de la gente: cada Peso
Argentino equivalía a 10.000 pesos ley.
Pero el Peso
Argentino fue la moneda nacional que tuvo vida más corta. En 1985 fue
reemplazado por el Austral, que llevó el nombre del plan económico diseñado por
Juan Vital Sourrouille, ministro de Economía durante la presidencia de Raúl
Alfonsín.
El Austral
(A) se convirtiá en la moneda de curso legal el 14 de junio de 1985, cuando
Alfonsín firmo el Decreto 1093 que ponía en marcha el Plan Austral, que busco
contener la inflación. Cada austral equivalía a 1.000 pesos argentinos.
Al
principio, el Plan Austral parecía exitoso. Pero hacia 1986 la nueva moneda
comenzó a perder valor frente al dólar y nunca más se recuperó. En 1989 el
Austral se depreció 5.000% anual con respecto al dólar. Y hasta se emitieron
billetes de 500.000 Australes. En 1992, el Austral fue reemplazado por el Peso.
Cuando entró en vigencia, cada Peso equivalía a 10.000 australes. Y era igual a
un dólar. La convertibilidad duró 10 años. Luego vino la devaluación. Y las
cuasimonedas (el Patacón, el Lecop, entre otros, eliminadas en 2003). Pero el
mismo Peso sigue siendo la moneda de curso legal.
El peso
quedó establecido como la unidad monetaria de la República Argentina (que
circuló hasta el año 1970) y se creó la Casa de la Moneda de la Nación, lugar
en donde se acuñaron los argentinos de oro y los patacones de plata, en ambos
casos con el escudo argentino en el adverso y la efigie de la libertad en el
reverso. La efigie fue diseñada por el artista francés Eugene Oudiné y se
convirtió en un tema clásico en las monedas y forma parte, además, del logotipo
del Banco Central de este país.
Mediante la
impresión de billetes con la alegoría del progreso quedó sentada a unificación
de la emisión monetaria. Las placas con las que se realizaban estos billetes
fueron traídos de Europa. Recién en el año 1951 se realizaron billetes de
producción netamente nacional (el billete con la alegoría de la Justicia
Social).
En este año
queda establecida la unidad monetaria Peso Ley 18188 que equivalía a 100 pesos
moneda nacional. En esta línea monetaria se emitió el billete de 1.000.000
pesos ley que es el billete de mayor valor nominal de la historia de Argentina.
Empezó a
circular el Austral, que equivalía a 1.000 pesos argentinos. En este caso se
diseñaron los billetes con retratos de residentes argentinos en los anversos y
la alegoría del progreso en los revershistoria1992
El Decreto
Presidencial 2128 cambio nuevamente la denominación del sistema monetario de
este país, pasando a llamarse nuevamente Peso. El sistema rige hasta la
actualidad
Conclusión general
La creación
del Banco de la Nación Argentina sirvió para demostrar los modos de ahorros que
se pueden utilizar. En la Argentina siempre hay cambios, pero esta historia muestra que tipo de
errores no debemos volver a cometer. Los años y los resultados obtenidos nos
tienen que servir de experiencia. Es
necesario canalizar el ahorro para el máximo desarrollo del país.
Conclusión
La visita me
resulto sumamente agradable donde pudimos combinar perfectamente los
conocimientos con el entretenimiento, quedando de esta manera grabados los
conocimientos brindados por la guía de esta institución, algunos más formales y
otros más anecdóticos, pero que de todos modos nos sirve para el
conocimiento general.
Bibliografía
o
Manual operativo de la ciudad de Buenos Aires. Tomo
IV.
o
Historia
de Argentina. Tomo 3 y 4
o
Página
oficial del Banco Nación
o
Boletín
del instituto histórico de la ciudad de buenos aires